
Hace unos días estuvo en Gijón la Gran Logia Femenina de España, representada por dos de sus más altas representantes, por un lado la Gran Maestra Ana María Lorente, que vino acompañada de la Gran Canciller de la Obediencia María Teresa Alabernia.
La presentación de la novísima Obediencia masónica femenina tuvo lugar en el marco del conservador Ateneo Jovellanos, en medio de una auditorio clásico, gentes maduras, sobre manera féminas algunas de las cuales renegaban del tema, y hasta del poema que se había atrevido a recitar el presentador y miembro del Ateneo y que de alguna manera venía a revolver las tranquilas conciencias de alguna fémina, las cuales comentaban cómo “Marcelino se atrevía a recitar esas cosas”
Anécdotas aparte, comentar que si bien la asistencia fue interesante, ya que eso sí, el Ateneo garantiza siempre un auditorio fiel y atento, aunque esa asistencia no se vio cumplimentada por la presencia de “Hermanos” que fueron más bien escasos, tal vez por no tener tiempo de asueto en que distraer tales momentos o porque no deseaban oír el talento ajeno, tal y como sucede en casi todos estos eventos que programan sobre la masonería en Asturias. Porqué será que no me sorprende esa ausencia… Menos mal que la masonería dicen que trabaja la "fraternidad, la ayuda mutua"… lo cual no se vio en el acto de la Gran Logia Femenina de España, que más bien se encontró con la fraternidad que le brindaron algunos de sus miembros, y de un par de Hermanos que recalamos en dicha tertulia.
Pasando a la presentación, decir que fue interesante, sobre manera me interesó la exposición de Alabernia, que me dejó con la miel en los labios, al plantear el tema de la CULTURA MATRISTICA, alejada de los Modelos de GENERO, la búsqueda de los orígenes de la matrística en el antigua historia fue, como digo un entremés interesante, que se cortó casi de raíz, en tanto que la Gran Maestra que intervino a continuación, paso a otro estilo de exposición más clásica y dentro del modelo masológico al uso, con datos interesantes, aunque con algún desliz, la masonas españolas superaron en muchas ocasiones el grado 4º, en el cual situaba como un paragón Ana María Lorente el escalafón alcanzado pro las Hermanas en el siglo XIX.
Por otro lado citó al GOE, pero se olvidó en esa búsqueda de los lugares comunes que constituyen casi un tópico; las interesantes experiencias de la Gran Logia Simbólica Española del Rito Memphis y Mizraim y del Gran Oriente Nacional que tuvieron a Hermanas en pie de igualdad en las logias, y no como Hermanas de Adopción, por lo demás una exposición correcta y dentro de una nueva corriente de darse a conocer en público de forma abierta y extrovertida.
Como digo me hubiera gustado en lo personal el desarrollo conceptual de Alabernia y ver cómo podía enlazar el tema con la masonería y la mujer, que por cierto hay otra gran pista que siempre queda fuera por aquello de ir a los lugares comunes y es el tema de la trasmisión por ejemplo del “quehacer” de los Modernos a través de los salones de las élites, ese viaje de la transmisión oral de la masonería a través de embajadas y salones, en las cuales se portaba que un perrito, y se constituyó en toda una sociabilidad muy desconocida pero muy interesante y que espero podamos escucha algo al respecto en el I Coloquio Internacional de Burdeos de MASONERIA Y MUJER, que dirige Cecile Revaguer
En todo caso interesante la exposición.
Texto y Fotos @ de Victor Guerra MM. del Rito Francés del GOdF
NOTA: Estas fotos están disponibles para todos aquellos que lo precisen, con la salvedad de que deben citar la fuente y procedencia, sino fuera así tampoco pasa nada.
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